miércoles, 4 de junio de 2008

Primera exposición de Favio Francia en la Galería Gabriel Flores

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Mundo de juguete: exposición de Fernando Cisneros

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Hoja de sala
La caja idiota no me vende sueños: me regala bifurcaciones y posibilidades, me permite vivir paralelo en esta caja aburrida llamada casa. Tal vez no sea una catarsis griega, al modo de que sea imposible evitar el dolor y sólo lo exista frívolo en el duelo y el deseo del otro: pero es mi caja de sorpresas en mi caja mustia, sobre todo a medianoche.
Necesito que el espectáculo y sus iconos me copen, saturen, ilusionen. Necesito que me construyan mi casita sórdida, mi fantasía obscura armable. Qué sabrosa la historia que coincide exactamente con mi libido; qué ricas industrias culturales que me regalan anécdotas que se empatan con esa idea, precisamente la que piensas que no se me ocurre. El what if en la revista bajo mi cama, en el cine arrabalero, en el calendario de mi mecánico, en la pantalla de mi cuarto: qué suculenta la posibilidad de que yo fuera él o ella, si yo me permitiera (o me dejara) participar en la escena. Un poquito de sadomasoquismo, un tantito de erótica. Ojalá lo viera como Max Aub a las casas de citas: “Aquí todo es claro, sin problemas, matemático”.

Es precisamente lo que busca Fernando Cisneros en su mundo de juguete y sus habitantes: Betty Page,Twiggy, Joe D’Allesandro, Dita Von Teese, Victoria Beckham: reales e ilusorios, la persona o el personaje. Cisneros se apropia del ente fantasioso, de la posibilidad de serlo o tenerlo. Retoma la perspectiva de la calle, con el esténcil aparente llevado a la galería, y un dripping pop caprichoso, disonante con los negros, una fantasía un tantito indecente en medio de una pirotecnia pastel.
Viéndolo bien el espectáculo aquí no es ni siquiera idiota: me presume el morbo verlo. Si tan sólo me enorgulleciera de ello.

Juan Pedro Delgado